-¿Cómo valoran esta medida?
El sector agroalimentario en general viene demandando desde hace más de dos años a las autoridades europeas y españolas la adopción de medidas que permitan paliar los efectos adversos que la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a determinados productos ha provocado en el volumen de ventas y de exportaciones de los mismos.
Desde la Asociación de Snacks estamos convencidos de que, especialmente en las circunstancias económicas actuales, acabar con esta guerra de aranceles que gravan innecesariamente nuestro sector agroalimentario es de interés mutuo para la UE y EEUU, pero nuestra prioridad como sector es, evidentemente, que se ponga fin a estas disputas a través de un acuerdo negociado que lleve a EE.UU. a suspender sus aranceles, no a la imposición de contramedidas por parte de la UE de partidas arancelarias que van a afectar al aprovisionamiento de nuestras empresas, especialmente en el caso de frutos secos.
-¿Qué supone para las compañías especializadas españolas y cómo os afecta?
El consumo de frutos secos en España viene registrando importantes tasas de crecimiento dentro del mercado de snacks. Así, durante el último año, la categoría ha liderado el dinamismo del sector, con un incremento del 9,2% en valor y del 8% en volumen.
Las medidas adoptadas por la Comisión Europea en respuesta a las que lleva aplicando Estados Unidos, aunque comprensibles, acaban perjudicando a nuestro sector, ya que la balanza comercial en lo referido a los frutos secos es negativa para España, siendo Estados Unidos el principal país de procedencia de las importaciones, con un 70% de las mismas. No todas las partidas arancelarias están involucradas, pero en la relación de productos afectados, habrá unos aranceles entre el 15% y el 25%, que afecta directamente a los acuerdos comerciales ya cerrados, en detrimento de todas las partes implicadas en la cadena de valor, afectaciones que se prevén al corto/medio plazo.
La aplicación de estos nuevos aranceles conllevará a buscar alternativas de compra en otros países que no se vean afectados. Paralelamente, no debemos perder de vista la capacidad de aprovisionamiento de ciertos mercados a lo largo del año, que está sujeta a la variabilidad de las estaciones y, consecuentemente, a un espacio limitado de tiempo de suministros de materia prima.
En definitiva, prevemos una pérdida de competitividad del sector, que se sumaría a un año complicado por el efecto pandemia.
-¿Qué cantidades de frutos secos importan sus empresas?
Se estima que en España se importan alrededor de 170.000 toneladas de frutos secos anuales, frente a las 93.000 que se exportan de media fuera. Entre los frutos secos que más se importan a España figura la almendra, seguida de las nueces, los pistachos, los anacardos y los cacahuetes, mientras que los frutos secos que más exportamos al exterior son las almendras, los piñones y las nueces.
Entre nuestras empresas, la importación de ciertos frutos secos de EEUU, como el cacahuete, representan aproximadamente un 40-50% de las toneladas totales consumidas por las compañías. Este porcentaje puede ir al alza y rozar el 60% en global de productos importados que van desde las almendras, los anacardos, las avellanas, los pistachos, las nueces, los citados cacahuetes, las pipas de girasol, y los garbanzos, entre otros.
-¿Creen que con la llegada de Biden se eliminarán estos aranceles?
Confiamos que el cambio en la administración estadounidense va a generar un contexto favorable para que Europa y Estados Unidos vuelvan a la senda de la colaboración y se proceda a la eliminación de estas tasas por ambas partes, aunque creemos que la situación no se va a revertir a muy corto plazo.
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